Independientes sí. Pobres no
Ya sabemos que los medios tradicionales funcionan la mayoría de las veces como cadenas de comida rápida. Lo barato les es rentable. Producen información como McDonald’s hamburguesas. La mala calidad está en su esencia, por default, a menos que se esfuercen en lo contrario, que siempre es eventual.
También sabemos que, cuando nos damos valor, los periodistas y editores podemos hacer lindos medios independientes. Medios saludables. Decentes. Aguerridos. Cool. Inteligentes. Medios que nos permiten decir, en las entrevistas, que el stablisment apesta y que nosotros vamos por otro camino más puro.
Bacán.
Pero el reto nunca fue ése. El problema sigue siendo cómo hacer lindos medios independientes que 1) paguen bien a los colaboradores, 2) que nos den de comer bien a los editores y 3) que entusiasmen al público de tal manera que la gente pague por leer.
Nada. Eso. Sigo pensando que los medios independientes, más que periodistas y editores independientes, necesitan otros talentos independientes: gerentes independientes, vendedores independientes y hasta publicistas independientes.
El problema del periodista que la hace de emprendedor es que sigue pensando más como periodista que como emprendedor.
Hay que trabajar en eso o, no sé, siempre podremos decir que lo intentamos.
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