El miedo a ser víctima de la próxima masacre en Estados Unidos

Un adolescente blanco de 18 años entró con un rifle en un supermercado de Buffalo, en el norte de los Estados Unidos, el domingo 14 de mayo, con el objetivo de matar a personas no blancas. Según el manifiesto que publicó en internet, afrodescendientes e inmigrantes somos parte de una conspiración política para reducir a la población blanca. Políticos y líderes de opinión extremistas predican la teoría de El Gran Reemplazocomo si fuese una amenaza que la ciudadanía blanca debe salir a evitar con sus propias manos.
Influido por estas ideas, aquel chico mató a diez personas negras, algunas de las cuales solo habían salido de casa para comprar comida. Diez días después, cuando esa masacre había sido opacada en las noticias por otra más horrorosa, esta vez en una escuela de Uvalde, Texas, yo recorría los pasillos de una ferretería de Maine, uno de los estados más blancos del país, y pensé en la posibilidad de que alguien apareciera con un rifle, analizara mi color de piel, y me matara. Salir a comprar una escoba empieza a demandar el entrenamiento emocional propio de una guerra.
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