Casi cuatro millones de venezolanos han abandonado su país en los últimos años, y el Perú es uno de los principales destinos o lugares de acogida. Esta ola migratoria ha generado un ambiente nuevo, a veces tenso, en el país. A inicios de marzo, Unicef me invitó a dar un ciclo de talleres sobre Migración en Tumbes y Lima, para que los funcionarios y periodistas pudieran tener un espacio para procesar y reflexionar sobre el trabajo que realizan.
El primer taller fue en Tumbes, el 1 de marzo, y allí se reunieron funcionarios de Migraciones, las direcciones regionales de Salud y Educación, Defensoría del Pueblo, Policía, entre otros. Se trataba de trabajadores que operan principalmente en el puesto de ingreso terrestre, en la frontera, y reciben todos los días a cientos de migrantes que llegan muchas veces en condiciones críticas: niños sin vacunas, adolescentes sin documentos, pacientes con enfermedades que no reciben medicación. El nivel de estrés de los funcionarios era notorio, así que el taller sirvió no solo para reflexionar sobre la migración sino como espacio de desfogue para que los participantes pudieran compartir lo que sienten. Una cosa interesante: los funcionarios de las diferentes instituciones no se habían reunido hasta entonces. Al final, se tomaron un momento para compartir sus contactos.
El segundo taller, el sábado 2 de marzo, reunió a periodistas de Tumbes. Hubo corresponsales de medios de Lima (América, ATV, RPP) y también reporteros de medios locales.
Además de compartir cada uno sus historias de migración, los participantes diseñaron cuadros de comisiones enfocados en contar la migración no desde las estadísticas oficiales sino desde la dimensión personal e íntima de las personas en tránsito.
Analizamos este video de Guillermo Galdós:
Comentamos este artículo de Diego Salazar, en su blog No hemos entendido nada:
Al final de dos jornadas intensas con Ysabel Limache y Elsa Úrsula, de Unicef.
Pd: El último taller fue en Lima, el 7 de marzo, con periodistas de la ciudad. Pero de eso aún no tengo las fotos. Pronto.
Bonus:
Marco Avilés 